SECCIÓN NACIONAL

miércoles, 28 de enero de 2009

HACIA LA UNIDAD ANTICAPITALISTA EN CHILE

Andrés Figueroa Cornejo

Enero 23 de 2009



1. Desde el término de la dictadura a fines de los 80, en Chile durante los gobiernos civiles la lucha de clases se ha ofrecido en términos encubiertos, puntuales, casi siempre economicistas.


2. En la década de los 90 se vivieron los ecos de la lucha antidictatorial en un marco de reflujo sustantivo de la organización y combate de los trabajadores y el pueblo. Por arriba, la Concertación logró desarticular el movimiento de masas que ya iba a la baja vertical inmediatamente después de que ganará el NO en el plebiscito de 1988. La paz social necesaria para garantizar la gobernabilidad burguesa sobre el formato de una democracia amañada por las decisiones de un puñado de direcciones partidistas autorizadas por el imperialismo norteamericano y la socialdemocracia europea, se apoyó sobre el continuismo neoliberal, el espejismo de la libertad de opción y participación, y la alienación del consenso, la unidad nacional, la democracia electoral y clientelista y el consumo. Esta nueva estrategia imperialista se impuso, prácticamente, en todo el Continente. Las dictaduras militares ya habían cumplido su labor y paulatinamente comportaban un riesgo para la estabilidad del modelo. Producto del avance exponencial de la organización resuelta de amplios sectores de trabajadores y pueblo latinoamericano durante los 60 y 70, como efecto ejemplar del triunfo de la Revolución Cubana, la guerra de Vietnam, la existencia de los llamados socialismos reales en un tercio del planeta, los movimientos antisistémicos en el corazón del principal Estado imperialista, y la relativa compensación de relaciones de fuerza entre capital y trabajo, se abrió un nuevo escenario global que en Chile cristalizó con la llegada al Ejecutivo de la Unidad Popular. Sin embargo, el imperialismo, desde sus costados fascistas, logró reestablecer el orden de sus intereses a través de dictaduras militares, patrón político demandado por el nuevo ciclo histórico fundado por la contrarrevolución capitalista. De este modo, fueron diezmadas materialmente las expresiones más decididas y anticapitalistas del Continente, descabezando los liderazgos construidos a lo largo de décadas por la clase trabajadora.

Tras la estrategia política imperialista para la Región estaba la ofensiva del capital ante la baja tendencial de la ganancia y la crisis de sobreproducción de fines de los 60 y comienzos de los 70 que la burguesía mundial resolvió liberando el dólar de su convertibilidad en oro y expandiendo, sin regulación alguna, la internacionalización del capital financiero y especulativo. Las dictaduras militares y los gobiernos “democráticos” del capital en América Latina fueron los facilitadotes inmejorables para la recomposición de los intereses de las clases dominantes mundiales y, por extensión y subordinación, de las nativas. La división mundial del trabajo en los tiempos de los regímenes militares profundizó la dependencia de los países latinoamericanos, condenándolos, una vez más, a meros territorios exportadores de recursos naturales finitos, aniquilando rápidamente los incipientes procesos de industrialización pre-dictatoriales. El llamado neoliberalismo, que hizo sus primeras armas continentales –y acaso planetarias- en Chile por medio del imperio del capital sin báscula y la violencia de clase mandatada por los gobiernos de Reagan y Thatcher, impuso la privatización de los recursos económicos nacionalizados y los derechos sociales parcialmente estatizados en el período anterior; las relaciones comerciales asimétricas; la financiarización de la economía tutelada por las corporaciones bursátiles imperialistas y la represión política. La contrarrevolución se erige y erigió sobre un paradigma de acumulación capitalista más radical que el existente durante los inicios de la guerra fría. Primero a punta de metralla, y luego en los 90, con la anuencia de los gobiernos democrático burgueses, se destruyó todo vestigio de protección del trabajo, toda armadura jurídica acaudalada por las clases populares en años y años de lucha.



3. En los 90 y hacia la primera década del siglo XXI, en Chile campea la superexplotación del trabajo –de donde siempre deviene la valorización y la ganancia- mediante la flexibilidad laboral, la polifuncionalidad, la precarización del empleo, y la feminización y rostro juvenil de la pobreza. Tanto la seguridad social, como la movilidad social a través de la capacitación educacional formal son historias antiguas y puro relato de la propaganda de la clase en el poder. Sin embargo, como contraparte proveniente del desarrollo de las fuerzas productivas en el mundo y en Chile, y de la calificación superior demandada a la actual fuerza de trabajo, jamás los patrones resultaron más prescindibles para la conducción económica y política de la sociedad. Hoy, más que ayer, amplias fracciones de los trabajadores y el pueblo chileno cuentan con las facultades científico-técnicas para conducir la sociedad bajo un orden socialista capaz de combinar la igualdad con la libertad de ella parida. Naturalmente, ante estas evidencias históricas y estratégicamente peligrosas para la minoría en el poder, desde arriba se emplean diversas políticas de dominación y hegemonía que se expresan violentamente en los centros de trabajo; ideológica, cultural y propagandísticamente en los hogares mediante los dispositivos de alienación basados en los medios de comunicación de masas (si un buen día la gente dejara de comprar televisores, el poder los regalaría); y mediante el temor, el consumismo y el endeudamiento.



4. A diferencia de experiencias de impronta pro-popular en curso, como la venezolana y, más de cerca, la boliviana, en Chile la reorganización de la clase trabajadora y el pueblo ha tomado mucho más tiempo. La brutalidad con la que operó nativamente la contrarrevolución capitalista –a la cual es preciso agregar la cooptación política para el proyecto neoliberal de muchos cuadros dirigentes otrora anti-dictatoriales, resultó de una eficacia apabullante. Otro sector importante de militancia popular envejece en sus “cuarteles de invierno”, mientras lentamente se reconstruyen los nuevos relevos históricos para la conducción política desde los intereses profundos y luchas genuinas de las clases subordinadas.



5. Durante la primera década del siglo XXI, por abajo, se han ofrecido interesantes luchas como la de los estudiantes secundarios el 2006; la de los trabajadores subcontratistas del cobre y las forestales el 2007; combates originados por la demanda habitacional y luchas asociadas a polos sindicales acotados. El conjunto de las luchas parciales del siglo XXI en Chile ponen en vitrina de manera incipiente los límites de la democracia burguesa, hoy en un contexto de crisis económica y crisis de representatividad formal ante su descrédito creciente (sólo vota la mitad de los facultados para hacerlo). Cada uno de los episodios que descubren la lucha de clases en Chile, por sí solos e incluso todos juntos, todavía están lejos del “caracazo”, el “argentinazo” o la “guerra del agua” en Bolivia. Es decir, las luchas y organizaciones más estructuradas y estables de lucha aún resultan insuficientes como para hablar de un “movimiento social y popular en auge”. Lo realmente existente son las partículas dispersas y todavía embrionarias de un futuro movimiento político social capaz de probarse en batallas poderosas y con el tonelaje necesario para obtener victorias parciales significativas. Lo que realmente existe es la posibilidad –alentada objetivamente por la crisis económica mundial y su aterrizaje en Chile- de construir procesos de unidad política mínima para enfrentar el período. Aquí se habla de empeños anticapitalistas con independencia política de clase (de la patronal, del Estado y sus expresiones orgánicas), y convicción de poder y mayorías que, no obstante, recién están deshaciéndose de la desconfianzas mutuas, el encapsulamiento, el aparatismo, la ausencia del debate fecundo que requiere una política justa desde y para el conjunto de los trabajadores y el pueblo. Asimismo, apenas comienzan a desprenderse de atavismos y traumas político-ideológicos heredados de la Unidad Popular y la lucha antidictatorial. Aquí se habla de que existen las condiciones para establecer las matrices de la unidad de los empeños anticapitalistas en un continente político y social amplio, vasto, de masas, abierto y público, que no ponga en riesgo la subsistencia de cada empeño independiente como condición para ser parte del movimiento político común.



6. En términos de las condiciones para arribar a la unidad posible en clave de masas y como punto de arranque para constituirse en alternativa plausible mañana, ¿Cómo se puede empezar? Con el fin de salvar discusiones estrategistas, sobreideologizadamente estériles, o simplemente mezquinas y reñidas con la construcción colectiva radicalmente democrática que precisa la composición ancha de los intereses de los trabajadores y el pueblo, resultaría más eficaz, a través de una convocatoria amplia, convenir un programa mínimo o plataforma de lucha inclusiva y ordenadora de las batallas contra el capital y sus manifestaciones. Una llegada así resultaría transitoria y prometedoramente efectiva como prólogo de un derrotero cuyo horizonte sea la unidad política superior y a largo plazo. Y para ello se requieren luchas comunes, orgánica mínima, comunicaciones y recursos humanos y materiales básicos, y sobre todo, victorias parciales significativas que funcionen para visibilizar y prestigiar una alternativa político social eficiente y tangible para las grandes mayorías.



7. ¿La lucha electoral? Efectivamente es una lucha táctica determinada, en la medida que colabore con la construcción de la fuerza social transformadora, independiente y anticapitalista capaz de cambiar la vida de Chile en el futuro. Sin embargo, más allá de los devaneos teoricistas, las actuales condiciones de fuerza y experiencias cercanas pre-existentes, hoy, en enero de 2009, las elecciones sólo podrían ilustrar la debilidad de la semilla política unitaria popular. Si no se ha constituido el movimiento ancho, sus luchas mancomunadas y direccionadas, sus victorias parciales y la ocurrencia de hechos político-sociales que lo conviertan en actor visible e influyente en el escenario explícito de la lucha de clases y las demandas profundas de los trabajadores y el pueblo, ¿Qué sentido tiene en términos inmediatos, la participación electoral aquí y ahora, si aún no se genera siquiera la unidad mínima de las fuerzas realmente existentes del campo popular? Hasta la lucha electoral exige condiciones mínimas de fuerza para resultar efectiva política y propagandísticamente. Y en este artículo no se quiere abundar sobre el descrédito creciente respecto de la democracia formal; los magros resultados obtenidos por candidaturas populares incluso distintas a las de la izquierda tradicional; y en resumen, detallar las relaciones de fuerza concretas que aún predominan en Chile y que permanecen distantes todavía de su reversión (incluso bajo las concepciones más “revolucionaristas” de la historia y menos “etapistas” que se esgriman). Lo principal es convenir voluntades y partir por el principio. Como existe el aventurerismo y voluntarismo militarista, existe el aventurerismo y voluntarismo electoralista. Ambas son ilusiones infecundas para los intereses de los trabajadores y el pueblo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Despidos masivos o disminución salarial


Patricio Guzmán, Socialismo Revolucionario, CIT Chile.

21 de enero del 2009.



En estos términos plantea la prensa, alineada con los grandes empresarios, el dilema de las empresas en Chile ante la crisis económica.


En ausencia de un plan económico, cada empresa busca mejorar su situación para enfrentar la recesión en el 2009, y aligerar sus costos, despidiendo personal. Los despidos masivos en Chile, ahora son pan de cada día.


Mientras las nuevas inversiones se paralizan sector tras sector de la economía privada.
Las soluciones por las que presionan los empresarios, simplemente son más de la misma política económica que ha llevado al mundo a una situación económica trágica.
En una economía calificada en el lugar 11 de “libertad económica”, o sea de desregulación y flexibilidad en el empleo y el despido, insisten en pedir aún más flexibilidad.


Han comenzado una campaña para que las empresas puedan rebajar los salarios, “en lugar de despedir gente”, lo que sin duda se traduciría en una rebaja general de las remuneraciones, bajo el chantaje de la amenaza del despido masivo, incluso en empresas que no hubieran contemplado esta posibilidad.



El empleo depende mucho más de la demanda y de la inversión, que de los niveles de los salarios.


El bajo nivel de los salarios, explica porqué Chile tiene una acusada desigualdad en la distribución de ingresos. Según el informe de desarrollo humano de la ONU en 2005, Chile se encuentra en el puesto 113 de la lista de países por igualdad de ingreso, ubicándose entre los 15 últimos estados a nivel mundial. Los datos continúan sin mayores cambios en el informe de Desarrollo Humano de 2007-2008. El 10% más rico de la población del país concentra el 45% del ingreso mientras el 10% más pobre concentra el 1.4%. El 20% más rico concentra el 60% del ingreso en cambio el 20% más pobre recibe el 3.8% del ingreso.



Con una economía abierta al capital extranjero, y orientada a la exportación, la contracción de la demanda mundial está teniendo importantes efectos sobre el país. Las principales cifras indican que la economía chilena está en recesión[1], y debido al bajo nivel de los salarios, a la restricción crediticia de los bancos, a la pésima distribución del ingreso nacional, la debilidad del mercado interno impide que la recuperación económica se base en la demanda y la inversión interna.



Los despidos masivos, y la presión a la baja de los salarios están agravando las dificultades, y se convierten en una verdadera profecía de recesión auto cumplida, profundizada por las clases dominantes.



Es necesario un curso radicalmente distinto. Una situación de crisis exige medidas audaces: que el estado se haga cargo de un plan nacional de obras públicas (hospitales, bibliotecas, centros culturales y de formación, obras para las Universidades públicas, carreteras, plantas de energía no contaminantes…) y construcción de viviendas y entornos sociales en los barrios, para generar empleo masivo. Los bancos que han recibido una millonaria ayuda estatal de 5.000 millones de dólares, pero que están dificultando el acceso al crédito y despidiendo masivamente trabajadores deberían ser nacionalizados, y puestos al servicio de las personas y la economía nacional. Las empresas que despiden trabajadores en gran número deberían ser intervenidas y puestas a trabajar bajo la gestión de sus propios trabajadores.



[1] Los indicadores económicos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a 12 meses, correspondientes a noviembre de 2008, indican que:

· La producción manufacturera tiene una tasa de crecimiento negativo de -5.7%

· El índice de producción minera uno de -5.7%

· La distribución de gas, energía eléctrica y agua potable un índice de crecimiento de 0%

· Exportaciones -19,2%

· Importaciones -14,0%

miércoles, 7 de enero de 2009

Ley de semana corrida, otra ley que no sirve a los trabajadores


Celso Calfullan, Socialismo Revolucionario, CIT Chile.
7 de enero del 2009.


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En teoría la ley de semana corrida empieza a aplicarse el 21 de enero de 2009, pero la realidad será muy distinta, dado que el gobierno y los empresarios ya se han puesto de acuerdo para hacerla inaplicable.

El gobierno concertacionista esta viendo la forma para dictar una norma que "limite" los efectos de la semana corrida y evitar que los empresarios vean tocados sus intereses, vía aumento de los costos salariales ¿A donde queda el tema de la equidad y el combate a la desigual distribución de la riqueza en este país?

Esta es la decisión que ha tomado el gobierno después de comprobar que era inviable aprobar una modificación de la ley en el parlamento, especialmente en un año en que tendremos elecciones parlamentarias y presidenciales, los diputados no quieren pagar los costos políticos que eso tendría.

La aplicación de normas administrativas por parte del gobierno busca que la ley no se cumpla, según ellos es para que los "trabajadores no sean perjudicados", los trabajadores deberíamos decirles "no nos defienda tanto compadre".


Hecha la ley, hecha la trampa.
Están pensando en dictar una norma general a cargo de la Dirección del Trabajo, que limite el derecho de la semana corrida o poner el máximo de obstáculos posibles, como por ejemplo exigir dictámenes caso a caso, cuando haya disputas entre trabajadores y empresarios, entre mas engorroso el tramite para su aplicación, menos posibilidades de que la ley se haga efectiva, como dice el dicho "hecha la ley, hecha la trampa".

Los empresarios son los que le están exigiendo a la presidenta Bachelet, que dicte una norma administrativa de carácter general que haga inaplicable esta ley y que no pase de ser "letra muerta", que a lo más le sirva al gobierno para usarla en los discursos, para demostrar lo "progresista" que es y como defiende a los trabajadores, algo que por supuesto no puede estar mas lejos de la realidad.


Seguimos coleccionando leyes que no sirven a los trabajadores.
La ley de semana corrida se viene ha sumar a la ley sobre la subcontratación, que ni siquiera las empresas del Estado han respetado.
Todo esto nos viene ha demostrar una vez más, lo poco o nada que la Concertación y Bachelet respetan los derechos laborales de millones de trabajadores chilenos.


El único camino que nos queda es luchar.
Seguir esperando que el gobierno cumpla con sus promesas, como mínimo es pecar de ingenuidad o derechamente de estupidez.

El problema de la semana corrida, como el de la subcontratación, son problemas que afectan a todos los trabajadores de las diferentes ramas de la economía, por esto las luchas aisladas que da cada sector inevitablemente resultan estériles, dado que el gobierno puede ir desactivando con mucha facilidad cada una de ellas.


Necesitamos organizar una huelga general.

Hoy es mas necesario que nunca que el conjunto de los trabajadores llamemos a una gran huelga general para defendernos de los ataques de los empresarios y el gobierno, pero llamar a una huelga general y no hacer nada concreto para prepararla y organizarla tampoco sirve de mucho.
Lamentablemente los trabajadores chilenos tenemos un problema que es grave y tiene que ver con la falta de direcciones sindicales, especialmente en la CUT, que realmente estén comprometidos con los trabajadores y que estén dispuestos a defender los intereses del conjunto de la clase trabajadora.

Pero a pesar de las direcciones sindicales, que no están a la altura de las circunstancias, los trabajadores igual no tenemos mas camino que luchar, si no queremos que los empresarios y el gobierno nos condenen a vivir en condiciones aun peores que las que ya tenemos.
Dada la actual situación, la tarea de preparación y organización de una huelga general, la debemos asumir todos los trabajadores, junto con nuestros sindicatos de base.

Concentración de la propiedad y toma de control de multinacionales extranjeras

Patricio Guzmán, Socialismo Revolucionario, CIT Chile.
7 de enero del 2009.

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La gran noticia del fin de año fue la adquisición, en curso, por parte del gigante del retail Wal-Mart, de la participación mayoritaria de la cadena D&S (propietaria entre otros de los supermercados Líder y Ekono), que es el principal supermercadista chileno, con negocios asociados en el sector financiero (tarjeta Presto) e inmobiliario.

La concentración de la propiedad en Chile ha llegado a un punto tal que es difícil, en ocasiones, distinguir donde comienza y termina la industria financiera. La toma de propiedad por Wal-Mart abrirá la participación en los sectores de ‘Hogar y auto-construcción’ y profundizará la participación en la industria financiera.

La cadena Wal-Mart, que cuenta con 2.5 millones de trabajadores, es famosa por precios bajos, pero también por sus prácticas anti-sindicales, de superexplotación y depredadoras de otras empresas competidoras y proveedoras.


En Chile el discurso oficial y principal respecto a la adquisición de D&S ha sido que se trata de una muestra de la confianza de estos inversores en la economía chilena, pero un comentarista de la página de opinión del diario de negocios ‘Estrategia’ escribió, una opinión probablemente más certera: “Con la llegada de Wal-Mart queda un poco de amargura al ver que los chilenos ya no son capaces de hacer nada meritorio en el siglo XXI, puesto que el comercio minorista, que data de miles de años no logra ser mantenido en manos nacionales. La pregunta que persiste es que seremos capaces de hacer para prevalecer en el futuro y donde usaremos los talentos que muy podemos cosechar.”, más adelante en la misma columna agrega: “La construcción de los necesarios espacios para la pequeña y mediana empresa sufrirán un retroceso todavía superior al de estos diez últimos años”


Es el lamento de un partidario de la llamada economía de ‘libre mercado’, que ve como después de aumentar la concentración hasta limites inauditos, uno a uno los sectores de la economía dejan de tener propiedad mayoritaria de capitalistas nacionales, o del estado; basta pensar un poco y se nos viene a la memoria el caso de la minería (a pesar de que Codelco es de propiedad estatal, ahora el grueso de al producción es de minas de propiedad de mineras extranjeras), de la banca (en su mayoría propiedad de la banca española), de la industria del salmón, de las Universidades Privadas (las que concentran mayor matrícula como Universidad de Las Americas y Andrés Bello ahora son propiedad de la multinacional norteamericana Laureate), de las radios… y así podríamos seguir. Económicamente, los empresarios nacionales son cada vez más un apéndice de las grandes corporaciones multinacionales.


Mientras tanto el Congreso sigue sin aprobar una legislación anti-monopólica efectiva, y ha estado echando para atrás materias aprobadas por la Camara de Diputados. El Senado aún no ha despachado el proyecto de ley que da más atribuciones a la Fiscalía Nacional Económica. la Comisión de Economía del Senado eliminó la dedicación exclusiva de los ministros del Tribunal de la Libre Competencia (TDLC), el proyecto de la Camara aumentaba a 30 mil UTA la multa máxima para todas las figuras, los senadores lo están dejando sólo para la colusión.


El capitalismo globalizado se caracteriza por las fuertes tendencias a los oligopolios, y la concentración en grandes empresas que combinan retail, finanzas, inversión inmobiliaria etc. Así las cosas, y ante la falta de voluntad política de los legisladores todo indica que la tendencia al monopolio en nuestra economía seguirá adelante.

sábado, 3 de enero de 2009

Los empresarios lograron imponer a la nueva ministra del Trabajo en Chile.


Claudia Serrano.
¿Ministra del trabajo o de los empresarios?



Los empresarios lograron imponer a la nueva ministra del Trabajo en Chile.


Celso Calfullan, Socialismo revolucionario, CIT Chile.
3 de enero del 2009.


Basta leer sus declaraciones a la prensa para saber que sus objetivos son claramente imponer nuevas medidas contra los trabajadores como por ejemplo impedir la implementación de la ley de semana corrida, que en palabras simples significara que los trabajadores perderemos una de las pocas conquistas que se habían logrado concordar con el gobierno en el último tiempo.

La nueva ministra de entrada ha declarado que no quiere ser "el alma de izquierda del gobierno", ella claramente defiende las políticas de derecha de la Concertación y no le interesa encubrirla con una "aureola de izquierda" y no quiere ser como su antecesor, que le gustaba vender la idea de ser un hombre "progresista" y defensor de los trabajadores, algo que en los hechos concretos estaba muy lejos de la realidad, a pesar de lo que digan algunos dirigentes sindicales que son militantes del mismo partido del ex-ministro, de hecho de las pocas cosas importantes que se habían acordado con el ex-ministro Osvaldo Andrade como el proyecto sobre negociación colectiva, el gobierno a dicho que lo han puesto en "lista de espera", si es como las listas de espera que se dan en el área de salud, el proyecto sobre negociación colectiva se puede dar por muerto.


Los empresarios y el gobierno acuerdan hacer pagar a los trabajadores por la crisis.

La nueva ministra a sido nombrada por el gobierno y los empresarios por su perfil neoliberal, que es totalmente afín con la del ministro de Hacienda Andrés Velasco, ahora habrá total concordancia entre el ministerio del Trabajo y el de Hacienda en sus ataques contra los trabajadores.

La profundización de la crisis es inminente en nuestro país y los defensores del capitalismo sólo tiene una forma de superarla y es atacando mas profundamente los niveles de vida de los trabajadores y sus familias, esto significa que sectores importantes de los trabajadores serán condenados al desempleo, recortes en los salarios, aumentos en los aranceles para los estudiantes y la mantención o empeoramiento de la precariedad en la atención de salud.
El gobierno ya esta preparando programas de empleo de emergencia, con salarios miserables, similares a los Programa de Empleo Mínimo (PEM) que ideo la dictadura a fines de los años setenta



El gobierno acuerda con los empresarios las leyes laborales.

Rafael Guilisasti presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), se acaba de reunir con la Presidenta Michelle Bachelet y uno de los temas tratados fue el de la suspensión de la aplicación de la ley de la semana corrida, que se debería empezar a aplicar el 21 de enero de 2009, o sea, en tres semanas más.
Lo mismo ha pasado con los proyectos sobre negociación colectiva y el tibio proyecto de creación de una AFP estatal, que ya vetaron los empresarios privados por que afecta sus intereses.


Los dirigentes de la CUT brillan por su ausencia.

La dirección de la CUT en otro "acto arrojado", probablemente ya esta juntando zapatos para ir a tirarlos al frontis del ministerio del Trabajo y después de tan "agotadora movilización" y alguna amenaza de huelga general, que nunca se cumple, se tomaran unos cuantos meses de vacaciones para recuperarse.

Si los trabajadores no nos organizamos y preparamos desde ya para defender nuestros intereses lo mas probable será que los empresarios en alianza con el gobierno concertacionista terminaran imponiéndonos medidas atentatorias contra nuestras condiciones de vida, que de por si ya son bastante malas, a pesar de toda la propaganda neoliberal.

Celso Calfullan

viernes, 2 de enero de 2009

Chile: 2009 se perfila como un año de gran desempleo


Patricio Guzmán, Socialismo Revolucionario, CIT Chile.
2 de enero del 2009.


Ahora el gobierno de Bachelet, reconoce abiertamente que el desempleo será un problema grave en 2009. Si alguien ingenuamente tenía dudas, lo que decía insistentemente el ministro Velasco sobre que Chile está bien blindado para amortiguar los efectos de la crisis no era verdad. Un comité especial de ministros ha sido conformado para abordar el tema, lo preside el ministro del interior, lo que parece decir que la principal preocupación del gobierno es el tema del ‘orden público’.

El año 2009 comenzó con nuevos despidos masivos. Fue justamente el 31 de diciembre, cuando la mayoría de los trabajadores afectados se enteraron. Entre otros, hubo bastantes desvinculaciones en los medios de comunicación, despidos de gran número de trabajadores en COPESA, que entre otros medios es la empresa propietaria de La Tercera y La Cuarta. En El Mercurio de Valparaíso volvieron a echar más gente a la calle. En el canal de TV ‘La Red’, esperaron que terminara el noticiario de la noche ¡del 31 de diciembre para avisar a todos los periodistas que se cerraba la emisión de los noticieros, y que todos estaban despedidos!

Esto es solo el último episodio de algo que se repite cada vez con mayor recurrencia. Cada día nos enteramos que en empresas mineras, del sector financiero, salmoneras, o de la madera, se despide gente y en algunos casos cierran faenas completas.
Lo más indignante es que el gobierno está haciendo transferencias millonarias de recursos a sectores de la empresa privada, y luego esos mismos sectores despiden masivamente.
La banca que tuvo resultados record el año 2008, y que ante las dificultades provocadas por la crisis económica global, financiera y económica, del capitalismo, recibió 5.000 millones de dólares del estado, despidió alrededor de 2.000 trabajadores.
Los capitalistas, y su especulación neoliberal, nos han llevado a esta situación de recesión mundial, pero ahora buscan que seamos los trabajadores y nuestras familias los que paguemos la cuenta.

Recuerden que en toda crisis del capitalismo hay perdedores y ganadores, la caída de los precios en las bolsas abren buenas oportunidades de negocios, que los capitalistas con liquidez aprovechan comprando a bajo precio propiedades y participaciones, y presionando a la baja los salarios y las condiciones de trabajo de la gente, con el chantaje del desempleo. ¡En Europa los gobiernos, quisieron aprovecharse del pánico, y mandaron al parlamento europeo un proyecto que permite alargar la jornada semanal a 65 horas! Por suerte, ante la ola de descontento social, de jóvenes y trabajadores, que se extiende por varios países del continente, con Grecia en la punta, la mayoría del parlamento europeo votó en contra, y la cosa quedo en espera.

La entrada de Wal Mart, empresa multinacional gigantesca que tiene 2.5 millones de trabajadores a la propiedad de D&S (Líder, Ekono…) nos muestra que una de las consecuencias, para Chile, de la crisis es la mayor concentración económica y el paso de nuevos sectores de la economía a manos de multinacionales extranjeras.

La gente de trabajo, nada podemos esperar sin movilizarnos y presionar, ante la debacle que se nos viene encima organicémonos para exigir algunas medidas de emergencia como:

Por una ley de congelación de los despidos mientras dure la crisis. Que ninguna empresa que recibe dinero estatal como la banca o la industria salmonera pueda despedir trabajadores.

Por la prohibición de los remates de viviendas por deudas.

Porque los trabajadores sin trabajo no puedan ser llevados a los boletines comerciales de morosos comerciales, como DICOM.
Por la congelación de los aranceles universitarios a los valores del año 2008, ya que para el año 2009 se han anunciado subidas superiores a la inflación. Que el estado se haga cargo de los pagos de la educación de los hijos de los padres cesantes.